Transcurrían las primeras horas de la mañana, y estaba escuchando dentro del salón de clase a la profesora, que entre la presentación de su cátedra, se presentó como
Doctora en Educación (esto captó también toda mi atención), todo iba bien en la exposición al punto que ya había perdido la noción de cuánto tiempo llevaba hablando y compartiendo estadísticas, criterios y análisis de la situación actual, reflexionábamos sobre la crisis que atraviesa nuestro país en la temática de innovación, calidad y cobertura educativa.
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Conviviendo con los estudiantes Aquechistas |
Cuando de repente la exposición pasó por el sistema educativo nacional, los sindicatos del magisterio nacional, las instituciones educativas privadas y públicas, al rato ya estaba hablando de las escuelas e institutos del sector oficial, para sorpresa mía salió a flote el Histórico Instituto Rafael Aqueche, (lugar para el cual laboro desde hace muchos años); con facilidad empezó a calificar duramente a los estudiantes del lugar, llevándose a los maestros, en frases como "sí así son los estudiantes como serán los maestros", por supuesto ninguno sabía dentro del salón que Yo era parte de sus frases despectivas, respiré profundo, conté 1, 2, 3, ...30, 31,33...cuando pedí la palabra, por supuesto, no podía quedarme en silencio, empecé a refutar con toda la educación y serenidad del caso, cada palabra que minuciosamente había anotado en mi pequeña libreta, en unos instantes la mirada de todos los colegas estaban sobre mí y sobre ella, un rato para mi y otro para ella. Empecé mencionando uno que otro evento histórico del famoso Aqueche como sus lideres egresados; eventos deportivos, culturales y revolucionarios; por supuesto defendí al gremio, pués conozco y convivo "a diario" con ellos, y no digamos a las y los estudiantes, que también conozco de cerca el contexto del cual vienen, del cual admiro y respeto, pues sé la garra (coraje) de muchos para salir adelante y superarse en la vida.
Y hablando de estudiantes creo que los docentes no imaginamos a quién estamos atendiendo en nuestro salón de clases, podría ser un presidente, un inventor, una actriz, un poeta, alguien que trascenderá en la vida, y levantará el nombre de nuestra Guatemala, como el caso del egresado de las aulas del Aqueche, el compositor y cantante Ricardo Arjona, qué maestro del Aqueche iba imaginarse en ese entonces hasta dónde llegaría, después de verlo como un jovencito loco, entre los pasillos con una guitarra de arriba para abajo. Hoy destacó en nuestro país como Embajador de la Paz, recibiendo el reconocimiento de La Orden del Quetzal en grado de gran collar que consiste en la máxima distinción honorifica que otorga el Gobierno a los que han sobresalido en áreas artísticas, culturales, científicas, humanitarias, entre otras. Pero en aquel entonces Arjona un "patojo rebelde" y como él mismo lo dicho en varias ocasiones un joven Revolucionario.
Una de las razones por las que no pude quedarme en silencio ante mis colegas y la doctora, fue esa, que creo en los cambios que la educación puede aportar a cada uno de los estudiantes adolescentes y no los puedo tildar o calificar de manera negativa. Pues el mejor juez es el tiempo...he aquí el claro ejemplo!
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