Pasaporte

 

Pasaporte

Una cartilla 

Un documento de identificación personal

Un documento que tendrá una foto para recordar

 O una libreta azul o de otro color dependiendo la región geográfica de donde procede la persona.

Un pasaporte lo defino como la llave de un sueño, esa llave que traslada el cerrojo de los sueños al inicio de planos reales. Esa llave que abre fronteras inimaginables que invitan a expandir la mente. Esa llave que lleva a romper la perspectiva finita y trasladarla a la infinita. y siempre no perder de vista que no solo puede abrir espacios sino cerrar también.

Con el pasaporte viajan las ganas, los deseos, los nervios y las emociones que hacen latir un poco más las palpitaciones del corazón, con lo nuevo, con lo inesperado.

Esa figura de esa llave que representa el pasaporte que tendrá en sus manos, no se dónde nos veamos de nuevo, sea en Asia, sea en Europa, sea en Àfrica, sea en Amèrica o en Canadá, no lo sé, pues la vida da un sinfín de vueltas, y mientras gira, mientras ese día llegue, en ese momento deseado, mas no imaginado, ni pedido, nos quedemos estáticos y no digamos nada, que las miradas hablen, y resuman el tiempo, tiempo que hizo falta, pero ya habrá transcurrido, y sin saber cuanto haya pasado, ojalá nos veamos fuertes, realizados, renovados y con todo el entusiasmo para seguirnos comiendo el mundo y amando la vida. Y no se necesitarà decir nada, que la mirada hable nomás, y se cuenten las hazañas, los aciertos y desaciertos, logros y alegrías, penas y tristezas.

Que ese pasaporte sea el regalo al descubrimiento de mucho más...sí un regalo.