viernes, 23 de noviembre de 2012

Déja Vu??? PARTE II

Canal de Amsterdam
 Realmente es impresionante este lugar! y todo lo que tienen los europeos. A lo mejor ya están muy
habituados, habituados a un estilo de vida; a ver las mismas cosas; los mismos eventos; los mismos edificios, las mismas comidas y todo lo demás que les parece normal. En cuanto a mí   todo me parecía fuera de lo normal, desde el imponente estadio de futbol, el Amsterdam Arena, los trenes veloces, la perfección de los canales con pequeños muelles y barcos pequeños, la modalidad para hacer pagos de servicios, entre tantas cosas.

uno de los tantos transvias en las calles de Amsterdam


Continuando con el sueño que empecé a relatar anteriormente va más o menos así: 
...nos levantamos de las sillas después de tomarnos un caliente y fuerte café (acompañado de mi cuñado Héctor), de nuevo empecé a hacerle varias preguntas, ¿Cuál es el reto de un latino para afrontar el día día en Holanda?¿Te dan trabajo o cuesta conseguir?¿es cara la vida aquí va vos? cosas por el estilo que tienen que ver con lo que uno necesita para cubrir su estadía. Cuando  hacíamos el recorrido, llegamos a un lugar en el cual las casas se empezaban a distanciar cada vez más, hasta que se hacía difícil ver  una de la otra y apenas se dejaban ver las luces por la densa niebla, íbamos bien abrigados porque el frío se iba haciendo sentir cada vez más fuerte.
 De repente nos detuvimos en  una casa, y al no más tocar salió una persona como de 1.90, blanco y bien abrigado, nos pidió que entráramos y cuando estábamos adentro dijo, "haber qué tiene de especial lo que nos van a compartir" y llamó a su familia, entonces yo saque unos libros y los empecé a repartir, y empezamos a leer todos juntos, mientras leíamos  lentamente, les iba cambiando el rostro, cada vez se veían más alegres y entusiasmados, denotaban más confianza, empezaban a hacer pausas con más frecuencia para preguntar, me detenían y me hacían más preguntas. Terminé en esa casa y mi cuñado me decía, apurémonos nos esperan en otra, así 
Un barrio en Amsterdam

visitamos aproximadamente 4 o 5 casas más, hacíamos lo mismo como en  la primera casa, hasta que en la última visita, nos atendió un viejito de aproximadamente 70 años de complexión delgada, canoso, con estatura de un metro 65 aproximadamente, y con un tono de voz que evidenciaba tristeza nos dijo: los esperaba hace tiempo, pero pasen y empecemos, sacó su libro y yo el mío y empezamos la lectura, él tenia preparada su lista con preguntas, y de nuevo empecé a responder cada una de sus inquietudes, al finalizar nos dimos cuenta que estaba ya amaneciendo, pero a ninguno de los involucrados nos importaba, a todo esto mi cuñado sólo me miraba con unos ojos de confusión, de alegría o de asombro por lo que estaba pasando, cuando decidimos ponerle un alto a la plática, el viejito, me miró y me abrazó con fuerza y me decía; gracias por todo esto, valió la pena la espera. No se pueden ir sólo así, acompáñenme a mí tienda. 
Nos dirigimos a su tienda, cuando llegamos a un local que era una especie de mini-market, había de todo en ese pequeño local, habían productos comestibles, cosméticos  ropa, souvenirs, medicamentos, de todo, y me dijo, "tienes que llevar lo que tú quieras para Guatemala". Y respondí de manera gentil... ¡no puedo!,  y me insistía "por favor", hasta que tomé unas cosas y él me decía a cada momento, "no es suficiente, aquí hay más", y cuando me dirigí a la salida del local a punto de despedirnos, tomó mí mano y me puso un sobre, parecía una carta muy nutrida, y me dice, "para cubrir tu viaje, sé que te va a alcanzar", su puso a llorar muy conmovido y me abrazó nuevamente. Así concluyó este pequeño sueño.

Centro de Amsterdam

Como era de esperar, está parte del sueño no llegó a ser real, por el momento. No conocí a ningún viejito en la realidad y menos con esos detalles :), como dirían en Guatemala ¡Amalaya!



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