lunes, 1 de julio de 2013

No a todos nos toca igual...

Hace un par de días atrás conocí a Ezequiel, un joven de 25 años edad, originario de las tierras frías del occidente, San Marcos, que por falta de oportunidades en su tierra natal, emigró a la ciudad con la esperanza de encontrar mejores "condiciones de vida", tenía una actitud de servicio y de respeto que en muchos años no había visto, no es difícil que uno se conmueva ante estas situaciones.
 Él, como decenas de hombres de su edad y aún mayores que él, están todos los días recorriendo las calles y callejones congestionadas del mercado famoso, "la terminal" de la zona 4 , con un lazo liviano en el hombro, como herramienta indispensable  de trabajo.
Cuántos de nosotros no nos levantamos un día con el sentimiento de aburrimiento de la misma rutina diaria, ... ir al mismo trabajo, con las mismas personas, el mismo jefe, en el mismo lugar...
-Cuál es tu horario de trabajo-, pregunté, "empiezo todos los días a las 3 de la mañana y término a las 6 de la tarde".  ¿tooodos los días? le dije, un poco asombrado pero disimulando, y me respondió afirmativamente. 
Cuánto hacés de dinero diario aproximadamente pregunté, "como Q 60.00 cuando hay buen trabajo, mí hermano hace casi lo mismo también".
Cuando llegue a mi destino después de caminar como 1 Kilómetro aproximadamente y compartir un coca cola, le pregunté, ¿Cuánto te debo?, y me responde: "No sé cuánto me vas dar", con un tono suave, mirada al suelo, como sin conciencia del valor de su trabajo. Nos despedimos, me dio la mano efusiva-mente a manera de saludo con cortesía, se despidió con un penetrante ¡Dios te bendiga!
Esto me hace reflexionar con que debe valorar el trabajo, no a todos nos toca igual...
Y repercute en mis pensamientos,
¿Cuántas oportunidades les han sido vedadas a estas personas?


2 comentarios:

  1. Tristemente cada vez más vemos la dura situación que enfrenta nuestros hermanos guatemaltecos, ojalá nuestras autoridades también lo vean.

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  2. Todos los guatemaltecos nos merecemos un mejor país, ya que somos capaces de enfrentar nuestros desafíos día a día y no se vale que sigamos de mal en peor.

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