Natural, tranquilo, fresco, paradisíaco entre otros calificativos muy a bien acertados para este bello lugar, ubicado entre el norte y occidente del país, un recorrido aproximadamente de 8 horas desde la ciudad que valen la pena, lejos del bullicio citadino, la energía eléctrica y el comercio. 4 kilómetros por un sendero lleno de flora y fauna señalizado, son los que hay que recorrer para llegar a la cristalina laguna de Lachúa. En donde hay que ir preparados por sí los amigos residentes te dan la bienvenida con gritos, saltos y una que otra rama que avientan desde las copas de los arboles, sí, los monos que están pendientes de los visitantes.
Y por dormir no hay que preocuparse, pues hay un hotel ecológico muy acogedor, y si uno prefiere al aire libre también esta la opción del alquiler de una pequeña tienda de campaña para dos personas. |
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